domingo, 15 de diciembre de 2013

el sentido de las agujas del reloj?

¿Quién tuvo la idea de...

El sentido de giro habitual de las manecillas se llama dextrógiro, aunque también se conoce como dextrorotatorio, (el sentido contrario es levógiro). Los Antiguos Egipcios idearon los relojes de sol a principios del tercer milenio antes de Cristo (2.800 a.C.). En Egipto, y en el resto del hemisferio norte, el recorrido de la sombra proyectada por el Sol giraba (y gira) “de derecha a abajo” / “de izquierda a arriba”, o sea, hace un recorrido dextrógiro.
Los Antiguos Egipcios nunca llegaron a ser tan antiguos, ya que su esperanza de vida no llegaba a los 30 años. Aquellos mismos egipcios establecieron la división en horas, realizada por motivos religiosos. En egipcio, la palabra ‘hora’ correspondía también a ‘deber sacerdotal’, así se sabía cuándo era hora de orar.
Poco a poco fueron montando relojes solares, y similares, en lo alto de campanarios y torres, en iglesias, ayuntamientos y en otros edificios, para que la gente del pueblo pudiera saber la hora. Y se sabe que fue poco a poco porque como ya se había inventado el reloj, pues ya se podía saber si se había tardado mucho o poco.
Mucho se tardó hasta que apareció el  reloj mecánico con agujas. Fueron los ingleses los que más interés tuvieron en que apareciera el reloj mecánico, por 2 motivos: porque Inglaterra llevaba varios años con excedente de engranajes, y porque por aquel entonces no tenían fama de nada y querían que se les conociera por alguna virtud, como la puntualidad.
Así, en 1326, Richard Wasigford, abad de San Albano que vivió en Inglaterra (y que ya de pequeño se dejaba bigote para aparentar más edad), se puso a crear el reloj con manecillas. Una de las decisiones importantes era decidir el sentido en que girarían las agujas, así que tiró 1 penique al aire: si caía cara, girarían “de derecha a abajo”, y si caía cruz “de izquierda a abajo”. Cayó cara.

domingo, 1 de diciembre de 2013

pintar al óleo?

¿Quién tuvo la idea de...

Desde la Antigüedad la técnica ya era conocida entre los artistas de la Edad Media. Permitía un secado más lento de la pintura, favoreciendo correcciones en la ejecución de la misma y además concedía una mejor conservación del color. Se basa en la dilución de algún tipo de aceite con los pigmentos que se emplearán para pintar la obra. El aceite que más se utilizaba era el de linaza, usado especialmente para pintura de telas.
 
Los pintores de Flandes fueron los primeros en emplear el óleo de forma habitual, aunque al principio se encontraron con muchas dificultades. Les resultaba muy complicado utilizar un pincel convencional para untar con el naciente ungüento y posteriormente, poder ejecutar un correcto trazado con el que expresar su arte.
Jan Van Eyk fue un pintor flamenco, proveniente del gótico internacional, nacido en 1.390 y al que le preocupaba vehementemente la problemática del tipo de pincel a emplear con el óleo. Esta duda se la comentó a su pareja, Claude Van Damme, bailarina aficionada y amante de los animales raros. Claude estaba harta de oír refunfuñar a Jan, así que se puso a investigar diferentes métodos con los que taponarse los orificios auditivos. Probó con los dedos, pero tras varios minutos, los brazos se le quedaban fatigados y acaba desistiendo.
Un miércoles, mientras Claude acariciaba a Lulú, una marta que tenía de mascota, se percató de lo espeso, pero a la vez suave, de su pelaje. Afeitó a Lulú hasta tener un buen montón de esos pelos tan gruesos, para después ponérselos en las orejas. Pero no funcionaba, seguía oyendo rezongar a Jan. Para aprovechar los pelos, elaboró varios pinceles con ellos, y resultó que las cerdas y el óleo se conjuntaban en una simbiosis perfecta. Los pinceles de cerdas de marta permitieron el desarrollo de la técnica pictórica al óleo.

viernes, 15 de noviembre de 2013

aparcar en semibatería?

¿Quién tuvo la idea de...

La disposición en serie de varios objetos similares en diagonal consigue optimizar el espacio. Está demostrado que el aparcamiento en semibatería inversa es el más seguro, descendiendo las incidencias de tráfico en las zonas donde se ha aplicado. En este tipo de aparcamiento la maniobra de entrada a la plaza se hace marcha atrás, y la de salida hacia adelante, lo que permite una mayor visibilidad en las maniobras.
Chile es un país peculiar, como cualquier otro. Longitudinalmente bañado al oeste por el Océano Pacífico, atrincherado por la cordillera de los Andes al este, y entremedio, la cordillera de la Costa. Casi 4.300 km de largo, mientras que de ancho no llega a 200 km de media. Desértico y seco al norte, húmedo y ventoso al sur.
El Chile continental pasa del Nevado Ojos del Salado de casi 6.900 metros de altitud (cima más alta del país y volcán en activo a mayor altura del planeta) a Playa La Virgen en la comuna de Caldera, en poco más de 230 km.
El matemático Daniel Vásquez fue uno de los primeros chilenos en poseer un automóvil. De los 100 primeros, que no parece muy destacable, pero que con el paso del tiempo y teniendo en cuenta la cantidad de chilenos que han tenido o tienen automóvil, sí que es para destacar como uno de los primeros. De los 100 primeros, por lo que se deduce que no habrá sido el 8º, porque entonces se le mencionaría como “de los 10 primeros” o afinando mucho “de los 8 primeros”. Eso sí, el 1º fue Nicolás Erauzin, de la ciudad de Coquimbo, que compró un Holzman Four Wheeler a un argentino, aunque el auto nunca llegó a funcionar correctamente.
Así pues, en 1904 Daniel se percató del crecimiento del parque automovilístico y de la estrechez geográfica del país, y calculó que aparcando en diagonal evitarían el posible futuro problema de escasez de plazas de estacionamiento.

viernes, 1 de noviembre de 2013

aplaudir?

¿Quién tuvo la idea de...

Una de las formas de comunicación no verbal de masas más antigua, extendida y reconocida. Chocar las palmas de las manos repetidas veces. Una costumbre que se relaciona en sus orígenes con las representaciones teatrales. Se podría decir, y diré, que el teatro brota de los prehistóricos rituales mágicos para la caza, a los que se fue añadiendo música y danza, germinándose manifestaciones ceremoniales del pueblo con tintes dramáticos.
Un 27 de marzo de no se sabe qué año, pero se calcula que ocurrió alrededor de hace unos millones de años, sucedió un evento que marcaría el devenir del espectáculo. Fue en una tribu del sur de África que recién se agrupaba para celebrar el clásico agradecimiento a su Todopoderoso por la buena caza que acababan de hacer.
Los elegidos de la tribu eran los encargados de ejecutar las distintas representaciones. El resto del pueblo se agrupaba en un corro circular improvisado, mientras comían aperitivos varios, como rosetas de maíz tostado y reventado, también ingerían algo de líquido para refrescarse, y es que aunque era de noche, el público quedaba cerca de la hoguera.
Justo al acabar una de las mejores actuaciones, un individuo del público al que se dice que le llamaban Plas, aplastó con ambas manos una lata de Pepsi-Cola que se acababa de terminar, provocando un atrayente nuevo ruido. El resto del público imitó el gesto, aconteciendo un rimbombante estruendo que gustó mucho, incluso más que la representación. A partir de ese día se prohibió la entrada de comida y bebida en los espectáculos, pero los espectadores, a modo de reivindicación, hacían el gesto a manos desnudas, incluso repetidas veces. Millones de años después se levantó la prohibición, convirtiéndose en uno de los principales ingresos económicos del espectáculo. Y es por esto que se celebra cada 27 de marzo el Día del Teatro.

martes, 15 de octubre de 2013

los colores del semáforo?

¿Quién tuvo la idea de...

La invención del semáforo se le atribuye al ingeniero ferroviario J. P. Knight, que además de ingeniero, era inglés.  Se instaló en 1868 delante del Palacio de Westminster, en la intersección entre George Street y Bridge Street de Londres,. Se copió del semáforo ferroviario, que al principio tenía la combinación rojo-blanco (parar-pasar), pero que se cambió porque la gente estaba acostumbrada a otro código anterior, el de los barcos, que era rojo-verde (babor-estribor).
Los tripulantes de embarcaciones marítimas se encontraban con la problemática de que con el aumento de tráfico de coches de mar, se complicaba el poder navegar de manera correcta sin colisionar con otros buques. De ahí surgió la necesidad de establecer un código para las comunicaciones marítimas.
Mohamed Kunté fue un guineano con vasta iniciativa, ingenio, espíritu aventurero y patriotismo, que trabajaba como pintor de brocha gorda. Siempre estaba en busca de nuevos retos, como ascender al monte Lura calzado con zapatos de domingo, o su último proyecto, viajar en canoa hasta alguna de las islas británicas. Para el atrevido desafío, logró contar con la colaboración de Embarcaciones Saïd, uno de los fabricantes de canoas más reputados de la zona, así como con el patrocinio del propio gobierno.
El aventurero guineano pensó que la mejor manera de representar a su patria y poder compensar a su patrocinador, era demostrando su origen pintando la canoa con los colores de su bandera, rojo, amarillo y verde, para que cuando lo avistaran los británicos, pudieran identificar su procedencia.
Salió del puerto de Isla Tombo, y cuando los británicos divisaron su colorida embarcación, decidieron adoptar el código de identificar babor con el rojo y estribor con el verde, para después, hacer de Mohamed Kunté uno de los mejores esclavos de toda Europa.

martes, 1 de octubre de 2013

el biatlón?

¿Quién tuvo la idea de...

Es incuestionable decir que destaca entre los deportes olímpicos de invierno por la extraña combinación de dos disciplinas: esquí de fondo y el tiro con rifle. El deporte del biatlón tiene sus orígenes en un ejercicio que desarrollaban los soldados noruegos a modo de entrenamiento. La primera competición de este singular deporte se disputó en 1767 entre dos compañías militares que guardaban la frontera entre Suecia y Noruega.
El dano-noruego Francisco José Rodríguez de Peláez se hizo militar siguiendo una larga tradición familiar, ya que su padre había sido Suboficial y su abuelo, carpintero. Corrían los años 60 del siglo XVIII por la zona noruega, y quizás por tocarle vivir durante el periodo de la “noche de 400 años”, Francisco José padecía de despertar tardío.
La enfermedad de Francisco José no pasaba desapercibida entre sus colegas de compañía que no le daban cuartel a la hora del toque de diana y le hacían bromas varias, tales como meterle un calcetín de invierno en la boca, cambiarle los calzoncillos por otros 2 tallas más pequeños, o atarlo a la cama y rascarle con una cuchilla a la vez que le exprimían limón en la herida. Los compañeros de cuartel se reían mucho, pero Francisco José no tanto.
Una buena mañana le adelantaron el reloj-despertador unos 2 minutos, y esa fue la gota que colmó el vaso, derramándose así un poco de agua, aunque tampoco mucha. No poder apurar todas sus horas de sueño era demasiado para pasarlo como una inocente broma, o eso pensaba Francisco José, por lo que empezó a perseguir a toda la tropa. La compañía se enfundó los esquís o esquíes y partieron lo más lejos posible del bromeado. Francisco José Rodríguez de Peláez también se calzó los esquís, y cuando parecía que se le escapaban, sacó el rifle que portaba en la espalda y comenzó a dispararles.

domingo, 15 de septiembre de 2013

el orden alfabético?

¿Quién tuvo la idea de...

El actual orden alfabético del abecedario latino o romano tiene su origen en el alfabeto ugarítico, que se utilizaba entre el 1.500 y el 1.300 a.C. en Ugarit, en la costa mediterránea de la actual Siria. Las tablas de arcilla escritas en ugarítico son las primeras evidencias del actual orden alfabético. El término alfabeto proviene del griego y surge de sus dos primeras letras, alfa y beta, derivadas a su vez de letras fenicias, que significaban buey y casa.
El comerciante fenicio, Yzy Ababa, viajaba a menudo a Egipto donde mantenía relaciones comerciales mercadeando con tintes de color púrpura, a la vez que mantenía relaciones amorosas con una atractiva moza, descendiente de escribas griegos, que regentaba un puesto de tablillas de arcilla con dedicatorias personalizadas.
Yzy y su chica tenían la costumbre de intercambiar epístolas románticas, pero los signos con que se comunicaban eran demasiado complicados y desordenados, hecho que hacía que los escribas fueron los únicos que podían montar negocias de dedicatorias y cobrarlas a alto precio, pero que se transformaba en todo un engorro si querías redactar cartas de amor con suficiente frecuencia como para que no la pareja no se enfadara.
Así pues, cansados de los jeroglíficos egipcios y de la escritura cuneiforme mesopotámica, buscaron opciones que les facilitara la tarea.
Reunieron lo mejor y más barato de sus propios alfabetos para crear uno más nuevo y bonito. Luego, pensaron en un ordenamiento al que llamaron Qwerty, que finalmente descartaron porque les parecía que estaba bien para esa época, pero que no tendría futuro. Entonces, pensando en el porvenir, se decantaron por establecer un orden basado en ir sacando de una bolsa figuras del pesebre, que eso si que les parecía algo más futurista.

domingo, 1 de septiembre de 2013

¿Quién tuvo la idea de…

¡NUEVAS ENTRADAS!
Los días 1 y 15 de cada mes me inventaré
qué personajes
y cómo se les ocurió
idear cosas que todos conocemos