El
pimpón… sí, sí, la RAE (Real Academia Española) reconoce pimpón y ping-pong.
Pues el pimpón germinó en la década de 1870, en Inglaterra, como un juego
adaptado del tenis convencional para jugar si el clima no acompañaba. Durante
la creación del juego se fueron utilizaron materiales muy diversos. El término ping
provenía del sonido al golpear la pelota de celuloide con la raqueta cubierta
de pergamino. El pong, del impacto de la
pelota sobre la mesa.
Alfred
Mercury era un socio del Tennis Manchester Club, asociación deportiva y social que
solo admitía a hombres. Alfred acostumbraba a jugar y charlar en el club con Alexandra,
un compañero de trabajo con nombre de mujer. Ambos eran enormemente
competitivos, pero extrañamente, solo les daba igual perder cuando jugaban a
las canicas.
Un
miércoles de febrero de 1871, los dos compañeros de trabajo y club, se dirigían
a ejercitarse un rato con la noble práctica del tenis. Iban en el elegante ferrocarril
interurbano (inaugurado décadas antes) cuando en una de las clásicas
discusiones sobre quién jugaba mejor al deporte raquetil, decidieron retarse en
un partido, esa misma tarde, al mejor de cuatro sets. Tras recapacitar unos
minutos, finalmente decidieron jugarlo a cinco sets, que parecía más lógico. Alfred
y Alexandra se jugaron un par de cajas de puros, además del honorable título de
ser “El Mejor de los 2”.
Al
llegar al Tennis Manchester Club, se metieron en el vestuario, se cambiaron de
ropa, y cuando salieron a la pista, vieron como un tremendo chaparrón dejaba el
terreno impracticable. Pero el duelo no podía quedarse sin disputar. Alfred
colocó un cordel sobre la mesa de billar del bar del Club, a modo de red, agarró
las dos cajas de puros como raquetas, y con un corcho de una botella de vino
vacía invitó a Alexandra a jugar el duelo. Alfred perdió 3 sets a 0.
El
juego sedujo a los socios y Alfred mató a Alexandra.