miércoles, 15 de enero de 2014

la toalla?

¿Quién tuvo la idea de...

Se puede entender como tal a cualquier pedazo de felpa, de un fondo tramado de algodón con pelos de seda tejidos. También puede ser de otro material, pero la condición fundamental que obligatoriamente debe tener es que seque la humedad, o no. Actualmente no tiene porqué tener la característica de secar, pero en sus inicios era la cualidad primordial para que una pieza de tela fuera considerada como toalla.
Aleksander Sekulic, fue un ilustre y afamado informático del siglo IV a.C. residente en la ciudad mediterránea de Budva, en la actual “Antigua Yugoslavia”. Se le considera como uno de los promotores del movimiento nudista en la zona adriática: era un experto ejecutando todo tipo de nudos con cualquier tipo de cuerdas, cordones y cordeles.
Aleksander también era conocido por su apasionada manía de ir sin ropa. Excepto en invierno, que se calzaba unas zapatillas porque decía que el frió entraba por los pies.
Debido a su entera exposición corporal frente al resto de personas, Aleksander procuraba mantener un vistoso cuerpo. Se cuidaba mucho físicamente. Procuraba lucir un homogéneo moreno en su piel, por lo que eran habituales sus largas estancias en la playa, tumbado en la arena o flotando en el mar, a merced del astro rey.
A Aleksandra, la esposa de Aleksander, no había cosa que detestara más que el hecho de que cuando su marido regresaba de la playa, dejara todo el suelo empapado. Así que un día, encolerizada al límite, le comunicó el gran dilema: “¡O dejas de mojar el suelo o me voy!”. Aleksander no podía permitirse perder a Aleksandra, él era informático y le resultaría casi imposible conseguir otra mujer, así que utilizó su destreza haciendo nudos para confeccionar, con algodón y seda, un gran paño que le permitiera secarse al venir de la playa y así poder mantener su relación con Aleksandra.

miércoles, 1 de enero de 2014

las teclas negras del piano?

¿Quién tuvo la idea de...

El piano fue inventado, aproximadamente, en el 1.700 por Bartolomeo Cristofori di Francesco, de la República de Venecia (ubicada al nordeste de la actual Italia). El primer instrumento con teclado lo inventó en el siglo III a.C. el griego Ctesibio. Pero el teclado del piano, con la reconocida combinación de teclas blancas y negras, se adoptó de otros instrumentos pretéritos como son el clavicordio o el clavicémbalo, ideados a mediados del siglo XV d.C.
Fue Jean Paul Deuxième, un lutier francés de la época, quien lleno de coraje y valentía se atrevió a innovar en el terreno del teclado, por entonces muy estancado. Jean Paul trabajaba para una empresa de construcción de instrumentos musicales, pero la empresa quebró, y al quedarse en el paro, un día de lluvia, decidió modernizar el teclado.
En el proceso de creación, comenzó instalando una tecla blanca, como las que ya había. Fue entonces cuando pensó que sería muy útil para los músicos el diferenciar las notas naturales de los sostenidos y bemoles, siguiendo el sistema de Pitágoras. Se le ocurrió ponerlas de un color diferente al blanco, así que pensó en el fucsia.
Jean Paul se decidió a hacer un pedido de teclas fucsia, pero no sabía cómo se escribía el término “fucsia”, así que pensó en otro color, ocurriéndosele el blanco, pero cayó en la cuenta de que tenía que ser otro, que el blanco ya estaba “repe”. Su madre le dijo que se dejara de colorines y que eligiera el negro, que seguro que le saldría más barato. Discutir a una madre es un tema demasiado engorros, incluso para un francés, así que evito discusiones y pidió teclas negras y pequeñitas, para ahorrar más. Por si acaso.
De esta manera, la distribución de notas y teclas de los teclados musicales quedó muy clarita: de una tecla a la siguiente (sea blanca o negra) hay un semitono, siendo las teclas blancas las notas y las negras las alteraciones.